Yo no había nacido. Pero me figuro a mis padres comprando el diario, para disfrutar con la crónica de la victoria del Ferrari del Cabezón y el segundo puesto del Chueco y su Alfa Romeo. Día inolvidable para los argentinos, nacionales y residentes. Cuántas historias tras un Gran Premio, con sus coches, pilotos y toda su gente. La vitrina, sede viva de la Historia. Saludos.
Épocas que jamás volverán para el automovilismo argentino. Pero al menos nos quedan los coches en miniatura, para recordarlas. El modelo de Brumm, comparado con los 158 de IXO, se ve inmenso, fuera de escala. Abrazo!
Yo no había nacido. Pero me figuro a mis padres comprando el diario, para disfrutar con la crónica de la victoria del Ferrari del Cabezón y el segundo puesto del Chueco y su Alfa Romeo.
ResponderEliminarDía inolvidable para los argentinos, nacionales y residentes.
Cuántas historias tras un Gran Premio, con sus coches, pilotos y toda su gente. La vitrina, sede viva de la Historia.
Saludos.
Épocas que jamás volverán para el automovilismo argentino. Pero al menos nos quedan los coches en miniatura, para recordarlas.
EliminarEl modelo de Brumm, comparado con los 158 de IXO, se ve inmenso, fuera de escala.
Abrazo!