Teo Fabi
Formula 1, GP de Austria, 1986
Minichamps, 1/43
Como algunos de ustedes saben, sigo la F1 desde 1973. En esos años, se creó en mi el favoritismo por los equipos chicos; cada vez que llegaba a mis manos la revista El gráfico y a partir de 1977 Corsa, cada vez que veía una carrera por televisión o miraba los programas Coche a la vista en Canal 7 de Buenos Aires o Motorama en el 13 de Santa Fe, lo primero que hacía era buscar información sobre estos pequeños equipos, los que la mayoría de las veces figuraban al fondo del pelotón. Fue así como me hice seguidor de Shadow, Lola, ATS, Ensign, Hesketh, Surtees, Merzario, Martini, March, Theodore, Arrows, Toleman, Osella, etc. En abril de 1981 puedo cumplir con el sueño de ir a ver el GP de Argentina; fue el regalo de mi padre por haber terminado la escuela secundaria. Mi alegría era inmensa, ¡íbamos a ir a ver la F1! Pero no, no era que íbamos, sino que iba a ir solo yo (con mis 18 años recién cumplidos), ya que a mi padre (fanático de las carreras y quien teniendo yo 3 años ya me llevaba a verlas) no le alcanzaba el dinero para pagar todo el viaje, entradas y estadía para dos personas, así que optó por no ir y que yo disfrute de lo que más quería. Viajé a Buenos Aires en colectivo el viernes a la noche, llegamos el sábado a la mañana, me pasé todo el día en el autódromo viendo los entrenamientos y clasificación, y a la noche (aunque tenía el hotel pago), como muchos me comentan que “los tramposos de los organizadores venden el doble de entradas que la capacidad real de las tribunas” y que “si vas a dormir al hotel y llegás acá a las 8 de la mañana, vas a ver la carrera pegado al alambrado”, decidí quedarme a dormir en la puerta del autódromo. Nunca me voy a olvidar cuando la policía montada (años de la maldita dictadura militar) pasaba frente a nosotros, y al ver a la gente acostada en el piso descansando, nos tiraba los caballos encima para que nos levantemos… Eso si, a las 7 abrieron las puertas, y pude ubicarme en los escalones más altos de la tribuna de la primero curva, la famosa "ese del ciervo"; muchos de los que viajaron conmigo, y se fueron a dormir al hotel ("estás loco dormir en la puerta del autódromo" me decían la tarde anterior...) terminaron viendo, si así se le puede llamar, la carrera pegados al alambrado, amontonados y peleando para lograr ver algo... Bueno, en esa carrera, no miré tanto a las Ferrari, Williams, Renault, Lotus, Brabham, Tyrrell, etc, como a los ATS, Arrows, Ensign, Theodore, March y Osella, que eran mis preferidos. Tanto que hoy leo en muchos lados “el hermoso sonido del motor Matra V12 de los Ligier”; la verdad es que yo ni me acuerdo de eso, solo recuerdo el sonido de los Cosworth V8 de los coches de pequeños teams antes nombrados…
Cuando luego de los dos primeros GP de 1982 Carlos Reutemann decide dejar de correr (amargado por lo que pasó a fines de 1981, cuando con el título mundial al alcance de sus manos, su propio equipo -Williams- lo "traiciona" y lo pierde por un punto con Nelson Piquet), dejo de seguir la categoría, en “solidaridad” con quien era mi ídolo (que cosa, pensar que cuando años después se dedicó a la política, muchos de sus ex seguidores pasamos a detestarlo…). A principio de 1986, vuelvo a interesarme por la F1; ya no estaban casi ninguno de los equipos que antes seguía, sólo sobrevivían Arrows, Osella y… ¡Toleman! (si bien habían aparecido tres nuevos que me gustaron, pues cumplían los "requisitos": Minardi, Zakspeed y Lola-Force). Toleman Motorsport fue un equipo inglés fundado por los hermanos Ted y Bob Toleman en los años 1970. En 1977 participaron en la Fórmula Ford 2000, al año siguiente pasaron a la Fórmula 2, con el piloto sudafricano Rad Dougall y un chasis March 782. Para 1979 compran un nuevo chasis a Ralt. Para acompañar a Dougall se contrata a Brian Henton, un experimentado (ex F1) piloto ingles. A Dougall se le da el March 782-Hart y a Henton el Ralt RT2-Hart. La temporada fue muy buena, consiguiendo Henton el subcampeonato. En 1980 se da un nuevo salto adelante, se decide construir un monoplaza propio y se contrata al joven ingeniero sudafricano Rory Byrne (que más tarde se convertiría en uno de los mejores ingenieros de la F1), para diseñar el Toleman TG280-Hart, el primer monoplaza del equipo. Se construyen monoplazas para el equipo oficial, con Brian Henton y Derek Warwick, y algunos más para otros equipos privados. La hegemonía de Toleman fue aplastante, Henton ganó 4 carreras proclamándose campeón seguido de su compañero Warwick, con 2 victorias. Los privados también obtuvieron victorias, ya que Siegfried Stohr y Huub Rothengatter ganaron una carrera cada uno. Tras tan arrolladora temporada el paso natural era el salto a la F1… que se da al año siguiente. Entre 1981 y 1985, corren para el equipo, además de Henton y Warwick, Teo Fabi, Bruno Giacomelli, Jonhy Cecotto, Pierluigi Martín, Stefan Johansson, Piercarlo Ghinzani y, en 1984, un joven brasilero que pintaba para muy buen piloto: Ayrton Senna. En esos 5 años, lograron una pole (Fabi), dos record de vuelta (Warwick y Senna), y tres podios (todos con Senna). Pero antes de iniciar la temporada de 1986, estando yo muy contento con volver a ver correr a Toleman en la F1 luego de “mi retiro” de principios de 1982, los dueños del equipo deciden vender todo a su patrocinador principal, Benetton, una cadena mundial de tiendas de ropa. Imaginen mi bronca, siempre detesté a los grandes patrocinadores que compran pequeños equipos, matando el sueño de sus creadores. El Grupo Benetton había entrado a la Fórmula Uno como empresa patrocinadora de la escuderia Tyrrell en 1983, luego de Alfa Romeo en 1984 y 1985 y finalmente con Toleman en 1985. Resumiendo, en el primer GP, el de Brasil, aparece el nuevo Benetton B186, hermoso coche muy bien decorado con la multicolor imagen del Grupo, en manos de los pilotos Teo Fabi y Gerhard Berger. La situación cambió mucho, ya que en la tercer carrera, el GP de San Marino, Berger finaliza en el tercer lugar, y luego de muy buenas actuaciones parciales a lo largo del año, termina el mismo piloto austríaco ganando el GP de México. La historia de Benetton luego es bien conocida, llegando a ganar dos campeonatos mundiales en los años noventa con el alemán Michael Schumacher conduciendo sus autos (aquí el
B194 Ford).
Esta hermosa miniatura de Minichamps que les presento hoy, muestra el multicolor B186 tal como fue usado a lo largo de todo el año. La pequeña banderita rojo y blanca a los costados del cockpit, nos indica que el auto número 19 manejado por Teo Fabi pertenece al GP de Austria.
Espero que les guste, y no haberlos aburrido con tanta cháchara…
Abrazos!