Un Maserati de La Serenissima, la Escudería veneciana. No terminó la prueba, pero da igual. Nos trae la referencia de un equipo de competición de una ciudad bellísima sin coches. Vale todo. El olor salado de la Laguna de Venecia compitiendo con los aromas sicilianos de la Targa. La referencia del dulce de leche argentino que otras veces hemos comentado. Qué buenas ideas trae a la cabeza la presencia de esta bella “barquita” italiana. Saludos.
Venecia, si hasta hace algunos años tenía un sueño recurrente en el que junto a mi padre recorríamos la ciudad en busca de sopressata y cantimpalo. Lo que más me gusta del modelo es esa doble entrada de aire en el capot, a su lado los faros y los dos suplementarios debajo. Bellísimo. Abrazo!
Un Maserati de La Serenissima, la Escudería veneciana. No terminó la prueba, pero da igual. Nos trae la referencia de un equipo de competición de una ciudad bellísima sin coches.
ResponderEliminarVale todo. El olor salado de la Laguna de Venecia compitiendo con los aromas sicilianos de la Targa. La referencia del dulce de leche argentino que otras veces hemos comentado. Qué buenas ideas trae a la cabeza la presencia de esta bella “barquita” italiana.
Saludos.
Venecia, si hasta hace algunos años tenía un sueño recurrente en el que junto a mi padre recorríamos la ciudad en busca de sopressata y cantimpalo.
EliminarLo que más me gusta del modelo es esa doble entrada de aire en el capot, a su lado los faros y los dos suplementarios debajo. Bellísimo.
Abrazo!