Tenían que haberse esmerado con las ruedas. Llantas y neumáticos dejan que desear, restando atractivo al que es, para mí, el más bello de los coches-ala de la F1. El Lotus 78 marcó una era con su efecto suelo. Tuve la suerte de verlo ganar con Andretti en el Jarama y en Dijon. También, en el año 79, estaba en Nogaro cuando Villota ganó la prueba del Campeonato Aurora. Siempre aparece en mi memoria. Es uno de mis F1 favoritos. Los tres Lotus que presentas en el Box son la pera. Saludos.
Exacto, al menos las delanteras están bastante fuleras. Para mi gusto, 77 y 78 son los Lotus más bellos; en este último el radiador en la trompa le da un atractivo extra. Si bien al ser negro este detalle puede pasar desapercibido, se destaca aún más en el coche amarillo de Emilio de Villota. Tus visitas en los setenta y ochenta a los autódromos españoles, portugueses y franceses deben haber sido inolvidables. Abrazo!
Tenían que haberse esmerado con las ruedas. Llantas y neumáticos dejan que desear, restando atractivo al que es, para mí, el más bello de los coches-ala de la F1.
ResponderEliminarEl Lotus 78 marcó una era con su efecto suelo. Tuve la suerte de verlo ganar con Andretti en el Jarama y en Dijon. También, en el año 79, estaba en Nogaro cuando Villota ganó la prueba del Campeonato Aurora. Siempre aparece en mi memoria. Es uno de mis F1 favoritos.
Los tres Lotus que presentas en el Box son la pera.
Saludos.
Exacto, al menos las delanteras están bastante fuleras. Para mi gusto, 77 y 78 son los Lotus más bellos; en este último el radiador en la trompa le da un atractivo extra. Si bien al ser negro este detalle puede pasar desapercibido, se destaca aún más en el coche amarillo de Emilio de Villota.
EliminarTus visitas en los setenta y ochenta a los autódromos españoles, portugueses y franceses deben haber sido inolvidables.
Abrazo!