Nada ni nadie puede con un 4L. El mejor auto de la historia, mi primer coche, comprado en el 84, cuando yo cumplía 26 años. Aquí presentas una maravilla (no importan las pegatinas) del 64, capaz de afrontar cualquier desafío, en cualquier continente. Doy fe que el pequeño Renault es capaz de afrontar, como en la foto, los vados de agua. Yo estaba de vacaciones (creo que fue en el 89) en el Algarve portugués, cuando se desató una tormenta que, afortunadamente, me pilló en el camping. Pero al día siguiente estaba todo el pueblo inundado. Y conseguí cruzar por un paseo, con el agua casi cubriendo las ruedas, durante unos 300 metros. Mi fiel 4L fue incapaz de dejarme tirado. El mismo que me llevó a varios GP de Fórmula 1 desde el 84 hasta el 89, a Portugal de rallye, de excursión a Oslo, Larvik y Stavanger desde Madrid. También cruzamos juntos los pasos alpinos del Gran San Bernardo, San Bernardino y Splugen, me llevó a Praga... Es imposible que no se disparen todos los recuerdos, que no se enciendan los destellos de la juventud. Como te he hablado de Portugal, permite una reseña de la historia del entusiasta António Pinto Dos Santos, que se hartó de correr por el mundo con un ejemplar fabricado en el país vecino:
Bernardo, por todo lo que nos comentás (Oslo, Praga...) es indudable que el 4L es el auto de tu vida. Imposible olvidarlo, e inevitable pararte en la calle cuando vez aún hoy alguno estacionado. O circulando y seguirlo con la mirada hasta que se pierda en el horizonte. No conocía a António Pinto Dos Santos; buena historia, y mejor aún el modelo que nos muestras. Abrazo!
https://www.ewrc-models.com/model/11550/
ResponderEliminarNada ni nadie puede con un 4L. El mejor auto de la historia, mi primer coche, comprado en el 84, cuando yo cumplía 26 años. Aquí presentas una maravilla (no importan las pegatinas) del 64, capaz de afrontar cualquier desafío, en cualquier continente.
Doy fe que el pequeño Renault es capaz de afrontar, como en la foto, los vados de agua. Yo estaba de vacaciones (creo que fue en el 89) en el Algarve portugués, cuando se desató una tormenta que, afortunadamente, me pilló en el camping. Pero al día siguiente estaba todo el pueblo inundado. Y conseguí cruzar por un paseo, con el agua casi cubriendo las ruedas, durante unos 300 metros. Mi fiel 4L fue incapaz de dejarme tirado. El mismo que me llevó a varios GP de Fórmula 1 desde el 84 hasta el 89, a Portugal de rallye, de excursión a Oslo, Larvik y Stavanger desde Madrid. También cruzamos juntos los pasos alpinos del Gran San Bernardo, San Bernardino y Splugen, me llevó a Praga...
Es imposible que no se disparen todos los recuerdos, que no se enciendan los destellos de la juventud.
Como te he hablado de Portugal, permite una reseña de la historia del entusiasta António Pinto Dos Santos, que se hartó de correr por el mundo con un ejemplar fabricado en el país vecino:
https://www.autosport.pt/ralis/antonio-pinto-dos-santos-o-rali-safari-e-melhor-maneira-de-homenagear-os-60-anos-da-renault-4l/
Mira, mira, si existe en 1:43
https://www.ewrc-models.com/model/11550/
Siempre grande el petit 4, que no sólo de los hermanos Marreau vive la historia del modelo.
Saludos.
Bernardo, por todo lo que nos comentás (Oslo, Praga...) es indudable que el 4L es el auto de tu vida. Imposible olvidarlo, e inevitable pararte en la calle cuando vez aún hoy alguno estacionado. O circulando y seguirlo con la mirada hasta que se pierda en el horizonte.
EliminarNo conocía a António Pinto Dos Santos; buena historia, y mejor aún el modelo que nos muestras.
Abrazo!
Mira, mira, otro Vitesse:
ResponderEliminarhttps://www.ewrc-models.com/model/2041/
Saludos.
Uf, más bello aún que el anterior...
EliminarAbrazo!